Si bien no son tan comunes como los pisos flexibles, semiflexibles y semirrígidos, los pisos rígidos, particularmente de concreto, pueden ser la mejor solución en algunas circunstancias.
Este tipo de pavimento se caracteriza por estar compuesto por dos capas, aunque en situaciones en las que sea necesario se puede añadir una subbase. La capa superior, compuesta por losas de hormigón vibrado masivamente, está separada por juntas transversales y longitudinales, donde aparecen numerosas degradaciones que la afectan.
Si quieres saber más sobre los problemas que afectan a los suelos rígidos y las acciones a realizar para solucionarlos, te dejamos el siguiente artículo de Structuralia donde encontrarás toda la información:
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